CHOTOKU KYAN (2)

Traducción por Kiko Asai-Ferreira del periódico Ryukyu Shinpo, mayo de 1942.

Introducción

Aunque se le reconoce como una de las figuras más prominentes de la Era Dorada del Karate de Okinawa, se conoce relativamente poco de la vida de Chotoku Kyan. El único material escrito atribuido a él es el siguiente artículo descubierto recientemente, y una sección del libro de Nisaburo Miki, Kenpo Gaisetsu (1929), cuya traducción aparece en «Shotokan Karate A Precise History» de Harry Cook. Casi todo lo demás impreso sobre este icónico maestro de Karate entra dentro de la categoría de tradición oral.

No está claro si Chotoku Kyan escribió realmente este artículo, o si fue basado en una entrevista. Era bien educado y ciertamente capaz de expresar sus puntos de vista por escrito, pero el tiempo ha echado un velo sobre la identidad del verdadero autor. En el momento de su publicación en mayo de 1942, la vida en Okinawa tenía que estar ya afectada por el conflicto entre el Imperio Japonés y los Estados Unidos de América que culminó en la Batalla de Okinawa, y su correspondiente destrucción. La referencia de Kyan Sensei a la guerra pudo haber sido una muestra pública de patriotismo; con más probabilidad fue un intento de ser políticamente correcto.

En este artículo, Chotoku Kyan reflexiona sobre su vida, su filosofía, y sus métodos de entrenamiento. Aunque la información puede parecer en algunos momentos bastante abstracta para el lector ocasional, como destacó Chosei Motobu Sensei recientemente, mucho de lo que Kyan Sensei dice en el artículo confirma fechas y sucesos que han estado esperado confirmación durante décadas.

Le pedí a Zenpo Shimabukuro, 10ºDan Hanshi, ayuda para anotar este artículo ya que su padre, Zenryo, estudió con Kyan Sensei más tiempo que cualquier otro, y era quien mejor le conocía. Zenpo Sensei, que preserva y enseña el Karate de Chotoku Kyan a través de su organización Seibukan, transmite en forma de notas al pie lo que él aprendió de su padre acerca de Kyan Sensei

Memoria de Karate por Chotoku Kyan «Puño Divino”

Este año (1942), el Shihan de Karatedo Chotoku Kyan cumplirá 73 años (Koki). Ha vivido su vida libre y cómodamente a orillas del río en Hijiya, en la villa de Yuntarza, Nakagami-gun, Okinawa. Esta es la historia de un karateka que fue instructor en la Escuela Prefectural de Agricultura y Silvicultura. Apenas medía cinco pies (N.T.: ~1’52m), muy bajo, y era conocido por el apodo de Chan Mi Gwa. Desde joven era conocido por ser más fuerte que los demás jóvenes de Sho, y ha vivido una vida muy sana y activa, manteniéndose fuerte incluso a su avanzada edad.

Memorias de Karate: por Shihan Chotoku Kyan

Yo era débil, y además de eso, era también muy bajo y pequeño desde muy joven. Y por eso mi padre, Chofu, hizo que mi rutina diaria fuese luchar con mi hermano mayor, Chohitsu, para hacer mi cuerpo más fuerte.

Por consiguiente, en cuanto terminó el ritual que marcaba que alcanzaba la edad adulta el día que cumplí 15 años, mi padre se puso de pie delante de mí y de mi hermano y nos dijo que no podríamos convertirnos en hombres de verdad a menos que estudiásemos las artes marciales. Dijo que él nos enseñaría auténticas artes marciales a partir de ese momento. Dijo que sería duro, pero que deberíamos esforzarnos al máximo, y no renunciar a convertirnos en hombres. Al día siguiente empezamos a entrenar. No se llamaba Karate en aquellos días; simplemente se llamaba te. Por ejemplo, solían decir Passai no Te y Chinto no Te, y así sucesivamente.1

Mi padre medía unos 5 pies (N.T.: ~1’52m) de alto y pesaba alrededor de 165 libras (N.T.: ~75kg). Era más poderoso que la media y le encantaban las artes marciales. Trabajaba para, y era el confidente de, el primer Señor de Sho. Mi padre decía muy poco, y era extremadamente estricto. Su disciplina y estrictas formas de hacer las cosas se reflejaban en todos los aspectos de mi vida y en cómo me sentía al respecto. La manera en la que mi padre me entrenó fue muy dura. Me forzaba a entrenar y cuando lo hacía yo me escondía en una esquina de la casa y lloraba ya que era más de lo que mi mente de niño pequeño podía soportar. Pero después me despertaba al día siguiente y me olvidaba de lo que había sucedido el día anterior, y me volvería valiente y tenaz. Entrené día tras día con mi hermano hasta que hubo pasado un año.

Nunca olvidaré la primavera de mi decimosexto año, cuando fui a Shikina-en con mi padre y conocí por primera vez al famoso maestro de Karate okinawense del periodo de la restauración: Sokon Matsumura. Pude entrenar con Matsumura Sensei por la introducción de mi padre. Matsumura Sensei tenía entonces ochenta años, lo recuerdo. Aprendí de él kata de Karate, se llamaba «cincuenta y cuatro pasos» (Gojushiho), y todavía hago este kata a día de hoy, nunca lo olvidé.

A pesar de que Matsumura Sensei tenía ochenta años, golpeaba el makiwara cada mañana, y era muy duro, fuerte, sano, activo, con un físico que era mejor que el de muchos hombres más jóvenes. Tenía una mirada temible. Era como si él, como un gran guerrero del pasado, pudiera matar simplemente mirando a sus enemigos. Cuando toqué los huesos de su muñeca parecían de hierro.

Matsumura Sensei enseñó Karate con entusiasmo, particularmente solía decir que las artes marciales eran el camino hacia la paz, y que la paz se mantendría por las artes marciales. Recuerdo las palabras de Matsumura Sensei. Y cuando miro la situación actual, siento profundo respeto ya que eran las palabras de un pionero (del Karate).

Recibí instrucción de Sokon Matsumura durante dos años, y poco a poco empecé a interesarme por las artes marciales, más y más. Pero desgraciadamente, mi hermano y yo tuvimos que mudarnos a Tokyo inmediatamente después de que mi padre se mudara a Tokyo para trabajar para Taiko Sho como su chambelán. Vivimos en una casa proporcionada por el Rey en las propiedades de la Familia Sho. Yo estudié clásicos chinos con Nakasu Mishima Sensei en la escuela Nimatsu en el pueblo de Fujimicho.

Sokon Matsumura Sensei falleció a la edad de ochenta y ocho, cinco años después de que yo me mudara a Tokyo. Lamento no haber podido estar con él en el momento de su muerte. Palabras como «lealtad» y «devoción» vienen a la mente cuando uno piensa en Matsumura Sensei.

Creo que sólo quedan dos alumnos que aprendieran directamente de Sokon Matsumura Sensei. Uno es el anciano Jinsai Yoshimura, el calígrafo y pintor, el otro soy yo. Anko Hiiyagon, que era el anterior jefe de policía de la comisaría de Naha, solía vivir con su padre en las propiedades de la familia Sho poco después de que nosotros nos mudásemos a Tokyo. Siempre que me cruzaba con él acabábamos hablando de los días en los que vivíamos en Tokyo en las propiedades del rey. Aquellos días son ahora como viejos sueños, cosas que sucedieron hace unos cincuenta años.

Por razones familiares, regresé a casa, a Okinawa, cuando tenía veintiséis años. A mi regreso a Okinawa recibí instrucción en Karate de Kosaku Matsumora Sensei de Tomari, Peichin Sensei, etc. Los instructores en aquellos días, por el respeto que se tenían entre ellos, sólo enseñaban a sus alumnos su propia especialidad particular. Si un alumno le pedía a su profesor que le mostrara algo por lo que otro profesor era bien conocido, sería presentado a aquel profesor para recibir instrucción. Como poseían la virtud de la modestia, existía una cálida relación entre los instructores de Karate de aquella era.

Por otro lado, la sociedad era todavía muy conservadora en Okinawa. Las personas que estudiaban artes marciales eran consideradas un tanto heréticas, y por ello yo intentaba no ser visto cuando solía ir a entrenar. Además, existía un ambiente bárbaro en la zona roja y la gente se metía en repentinas pruebas de habilidad de lucha. Por lo tanto, yo iba a la zona roja preparado para pelea.

Los tiempos se están volviendo más avanzados en lo que respecta a los caminos marciales. El Bushido es para cada individuo y para la nación. Gichin Funakoshi fue a Tokyo solo y difundió el Karate okinawense como fue creado en Okinawa como una forma de proteger el minúsculo reino pacífico donde no había armas de guerra. Como resultado, el Karate okinawense ha avanzado ampliamente disfrazado de Karate japonés. Como okinawense, yo aprecié este nuevo desarrollo que resultó de los esfuerzos del Sr. Funakoshi. Yo creo que los profesores y alumnos (de Karate) deben unirse para mantener nuestra dignidad como genuinos artistas marciales en nuestra tierra natal. Debemos pulir nuestras habilidades y entregarnos al entrenamiento de Karate. Éste es el septuagésimo-tercer año desde que me consagré al Karate. Decidí publicar mis pobres escritos aquí para reunir muchas cosas que he aprendido de mis superiores durante estos años, además de mi opinión. Al mismo tiempo me gustaría rezar por las almas de los muchos sensei de Karate desaparecidos.

El Camino del Karate

El espíritu japonés está basado en lealtad y devoción, y la esencia de estos principios es las artes marciales. El entrenamiento de un Bushi tenía un fuerte trasfondo moral. El Karate no es simplemente una colección de técnicas, sino un camino o senda que también gobierna la conducta de un guerrero. No malinterpreten el Karate como simplemente una forma de mover el propio cuerpo o dar golpes, es mucho más que eso. Por lo tanto, todos debemos entrenar duro juntos en Karate-do en un espíritu de lealtad y devoción.

El Propósito del Karate

Los tres propósitos del Karate son los siguientes: desarrollar el cuerpo, dominar técnicas de combate, y aprender cómo desarrollar autocontrol. El ejercicio físico y entrenamiento común sin la utilización de las manos y los pies como armas no tienen ninguna utilidad en lo que respecta a defensa y ofensa, o derrotar a un oponente. El entrenamiento de Karate, en cambio, implica el desarrollo y utilización del cuerpo para el combate.

En otras palabras, tenemos que desarrollar una postura correcta para tener un cuerpo sano, y activar el desarrollo de los órganos internos con la idea de combate real en mente. Así es como se derrota a un enemigo y como se evitan los ataques de enemigos. Esto no es simplemente ejercicio por ejercicio, sino ejercicio con la idea de luchar y ganar en mente. Por consiguiente es más fácil interesarse realmente en el entrenamiento, pensar con mucha más profundidad sobre el mismo (más que simple ejercicio), y adquirir mucho conocimiento.

Puedes tener prácticamente el cuerpo perfecto, con un físico bien desarrollado en general si utilizas métodos de entrenamiento apropiados. Los hombres que entrenan sus cuerpos utilizando el Karate pueden moverse libremente y pueden por tanto evitar a menudo situaciones peligrosas con bastante naturalidad.

Técnica de Lucha

El propósito de la técnica de lucha es derrotar al enemigo. Es absolutamente imposible vencer completamente a un oponente a menos que el movimiento de tu cuerpo entero sea muy explosivo, y siga los principios de la dinámica corporal y la función natural de la mente. Esa es la razón por la que cualquiera que intente estudiar la lucha debe investigar muy bien los funcionamientos de mente y cuerpo, en armonía con la naturaleza del universo.

El Método de Ofensa y Defensa Flexible

Tienes que tomar en seria consideración el hecho de que los adeptos al Karate de los viejos tiempos siempre investigaron las reglas naturales del movimiento para aprender a moverse libremente, no solamente en el dojo, sino es sus vidas diarias también.

La Preparación de Alumnos

Los alumnos que empiezan en Karate por primera vez están motivados por diferentes factores. Algunos empiezan a entrenar para defensa personal sin hacer ningún tipo de investigación sobre lo que es realmente el Karate; algunos han visto inspiradoras demostraciones de cómo proyectar y dar patadas a un oponente y se apuntan por curiosidad; algunos simplemente quieren el fuerte, sano y muscular desarrollo corporal que ven en los exponentes de Karate. Algunos de ellos creen que serán capaces de moverse libremente como Tengu (duendes de las montañas de nariz alargada) y que sus cuerpos se harán tan sanos como oro y hierro tras escuchar unas pocas explicaciones de Karate, y entrenar un poco.

La gente así empezará a entrenar con gran entusiasmo, pero si no ven resultados tras un corto espacio de tiempo, empiezan a hacerse perezosos y poco a poco lo van dejando, hasta que finalmente dejan de entrenar. Otros creen que la rápida adquisición de habilidad viene del entrenamiento excesivo, pero entonces abandonan rápidamente sus estudios debido a lesión o incapacidad para tolerar el dolor. Es muy lamentable que mucha gente entre en un dojo de Karate simplemente por la materia del Karate, y no por el propósito real del Karate. Algunos de ellos son muy enérgicos y entusiastas al principio, y algunos no tienen elección mas que dejarlo debido a mala salud.

El propósito del Karate es muy diferente de aquel de otras materias que puede que estudies, así que no puede ser aprendido a partir de una simple explicación de su teoría. En lugar de ello, tienes que dominar las técnicas practicándolas realmente durante toda tu vida, o no serás capaz de desarrollar tu cuerpo en toda su extensión. Debes estar preparado para entrenar continuamente y con entusiasmo, año tras año, utilizando métodos de entrenamiento apropiados, sin ser nunca perezoso. También es necesario seguir la teoría del Karate, evitar lesiones cuando entrenas, y siempre ser consciente de la necesidad de buena higiene y condiciones sanitarias.

La Necesidad de Potencia

La tradición dice que demasiada potencia (de Karate) es perjudicial para uno mismo. Esto es algo muy equivocado. Si un hombre tiene habilidad igual a otro, y también tiene más potencia – en otras palabras, si sólo hay diferencia entre los dos en la potencia – es de razón que el hombre más fuerte vencerá. Sin embargo, a menudo sucede que incluso el hombre más fuerte será derrotado por un oponente más débil pero más hábil porque el hombre más débil utiliza su técnica con eficacia mientras que el hombre más fuerte no saca partido de su fuerza superior, de acuerdo con las teorías del Karate.

No obstante, si un hombre fuerte depende demasiado de su fuerza, sólo será capaz de derrotar al oponente más débil. Este tipo de luchador físicamente fuerte nunca vencerá completamente a oponentes hábiles, o a aquellos con fuerza similar a la suya. Fracasará completamente contra luchadores bien equilibrados porque no tiene Buryoku, poder marcial. La potencia Buryoku no proviene del tamaño o la fuerza sino del entrenamiento de artes marciales.

La lucha Sumo tiene potencia de Sumo, y el Judo tiene potencia de Judo. Todas las artes marciales tienen su propia potencia específica. Esta potencia se suma a la potencia natural del cuerpo a través del entrenamiento. Por lo tanto, si un hombre fuerte pierde no es porque sea fuerte, sino porque no entrenó adecuadamente y/o correctamente. Si un hombre fuerte entrenó exhaustivamente de la manera correcta, sus oponentes no podrían utilizar su fuerza contra él, y él sería libre de utilizar toda su potencia para propinar las técnicas más efectivas. En otras palabras, sería un antagonista superior como el demonio con la barra de hierro.

Desde tiempos antiguos muchas personas pequeñas han llegado a ser expertas en Karate. Estos son aquellos que están dispuestos a dedicar diez veces más esfuerzo que otras personas para compensar por sus debilidades.

La Armonía del Músculo

Difícilmente esperarías un buen efecto si utilizaras únicamente las puntas de los dedos en el entrenamiento de Karate. Puede que también fueras derrotado por un oponente si tu uso de excesiva potencia hiciese imposible la postura correcta. Para vencer a tus oponentes cada vez, debes tener postura correcta, que se consigue por la completa armonía de los músculos. Por ejemplo, quizá pienses que puedes derrotar a un oponente utilizando cierta técnica porque su postura es débil. Si tus caderas y piernas no se mueven adecuadamente y no están sincronizadas con los movimientos de la parte superior de tu cuerpo, el propósito de la técnica no encajará con tu forma de dar golpes de puño y pierna, y nunca serás capaz de derrotar completamente a tu oponente.

Podemos comparar la armonía de los músculos del cuerpo con un ejército compuesto de muchos grupos de cuerpos, por ejemplo, artillería, ingenieros, caballería, y demás. Al recibir sus órdenes, cada grupo completa sus obligaciones individuales de una forma ordenada y armoniosa para atacar y derrotar a sus enemigos. Los estudiantes de Karate deben prestar estricta atención a la armonía y coordinación de sus músculos.

La Edad y Físico de los Alumnos de Karate

Muchas personas creen que el Karate es muy violento y no es bueno para los físicamente débiles, ancianos, o aquellos muy jóvenes. Están totalmente equivocadas. Hay varias maneras de enseñar Karate que pueden ser modificadas para adaptarse a los alumnos, edad, tamaño y demás. El entrenamiento de Karate es para los mayores, los jóvenes, y los débiles. Los ancianos se harán más robustos, y los niños jóvenes podrán desarrollar cuerpos más fuertes. Incluso los enfermizos niños muy pequeños serán capaces de superar sus defectos una vez lleguen a ser hábiles. El entrenamiento correcto a lo largo de un extenso periodo hará de ellos vencedores naturales. Esto es especialmente cierto si empiezas el entrenamiento duro a temprana edad con las mejoras llegando año tras año a medida que el cuerpo se desarrolla.

Cuando eres joven deberías endurecer tu cuerpo, desarrollar cada parte del mismo libremente, y entrenar muy duro, día y noche. Si haces esto encontrarás el camino marcial. Entonces serás capaz de andar a grandes zancadas, moverte sin miedo como un destello de luz siguiendo las acciones de tu oponente, y aprovechar cada oportunidad con calma, y con una mente libre de ideas preconcebidas y prejuicios. Ni temerás al fuerte, ni menospreciarás al débil.

Los Métodos de Entrenamiento de Chishi y Makiwara

Algunas personas creen que chishi y sashi son parte del Karate, pero esto es completamente equivocado. Chishi y sashi se utilizan para hacer más fuertes los músculos y huesos, y desarrollar un fuerte agarre. Pesas, jarras (nigiri game), barras de goma o hierro y varios otros elementos de entrenamiento también se utilizan para hacer los músculos y huesos fuertes. Sin embargo, no puedes desarrollar la potencia completa de Karate del cuerpo simplemente fortaleciendo músculos y huesos. Debes golpear el makiwara para forjar la potencia corporal total de tu ataque.

Creo verdaderamente que el makiwara es una característica del entrenamiento muy especial no sólo para el Karate okinawense, sino para toda clase de artes marciales. Matsumura Sensei e Itosu Sensei todavía golpeaban el makiwara cuando tenían más de ochenta años. Todos los instructores y alumnos de Karate deberían darse cuenta de que el entrenamiento de makiwara es tan importante como el entrenamiento de kata.

Conclusión

He alcanzado setenta y tres años de edad y no he hecho nada bueno para el mundo. Recuerdo cosas acerca del Karate-do, y he publicado aquí mis pobres garabatos, con todo descaro. Mientras tanto, oficiales y soldados del Ejército Imperial japonés aparecerán de repente y desaparecerán rápidamente en el cielo o en el océano y presentarán batalla a los enemigos, los grandes caucasianos. Primero fue la Guerra entre Japón y China, después conflictos globales, y ahora la Segunda Guerra Mundial. Los logros militares de los Jefes de Estado Mayor y Fuerzas Imperiales Japonesas son grandes, y oficiales y hombres han realzado las técnicas secretas del camino del guerrero muy bien.

Entretanto, es insoportable para un hombre viejo, al igual que un viejo árbol seco, vivir cómodamente el resto de mi vida sentado al lado de un brasero de carbón (hibachi).

Notas

1. La traducción en japonés es Te, pero mi padre, y Kyan Sensei, habrían utilizado la pronunciación okinawense de Ti o Di. El uso de la palabra «kata» no se extendió hasta después de la guerra. Mi padre utilizaba términos como Seisan-di.

2.Kyan Sensei aprendió también Seisan de Matsumura en esa época. Matsumura Sensei era conocido por Seisan y Gojushiho. Kyan le dijo a mi padre que él conservó los kata tal y como los había aprendido aunque algunos dicen que Seisan no es un kata de Shorin Ryu. Es interesante observar que el alumno de Matsumura, Azato Ankoh, transmitió Seisan a Gichin Funakoshi.

3. Mi padre siguió esta misma práctica con el makiwara. Él me contó que Kyan hizo lo mismo hasta que la guerra interrumpió su entrenamiento. El makiwara era la clave para fortalecer los huesos del puño, muñeca y antebrazo. También crea fuerza en las caderas.

4.Kyan se habría mudado en 1888, poco después de que los japoneses asumieran el control de Okinawa. Su padre fue obligado a mudarse con el Rey a causa de la ocupación.

5. En esa época la aristocracia okinawense perdió sus posiciones, y sus estipendios. Muchos, como Chotoku Kyan, fueron reducidos a pobres circunstancias y forzados a encontrar trabajo.

6.Kyan también estudió en aquella época con Maeda y Oyadomari del área de Tomari. Hizo lo mejor que pudo para no cambiar el kihon de los kata que ellos le enseñaron, lo cual es la razón de que el linaje de kata de Kyan tenga diferente kihon para algunos de los kata. Aunque algunas personas llaman al Karate de estos profesores Tomari Te, en opinión de mi padre no hay diferencia entre Shuri-te y Tomari te.

7.Chotoku Kyan valoró los esfuerzos de Funakoshi para difundir el Karate okinawense y en ese momento el Karate no había cambiado demasiado desde que fue introducido desde Okinawa. Yo creo que Kyan y Funakoshi pudieron haber sido alumnos de Azato en un momento dado. Kyan regresó desde Japón en 1906 (sic) (*) que habría sido más o menos la misma época en la que Funakoshi estaba entrenando con Azato. Además, Funakoshi y Kyan coincidieron en reuniones y demostraciones de Karate en Okinawa y sabían hablar japonés. La capacidad de hablar japonés estándar no estaba extendida en Okinawa en aquella época, pero debido a sus antecedentes educativos, tanto Kyan como Funakoshi habrían hablado japonés con fluidez.

Dado que el propio Kyan (nacido en 1870) afirma en este mismo texto que regresó de Japón cuando tenía veintiséis años, es muy probable que la fecha correcta sea 1896, en lugar de 1906. Por otro lado, Azato Ankoh falleció en 1906, por lo que también es improbable que Kyan hubiera entrenado con él precisamente en esa época.

8. Mi padre a menudo comentaba que Kyan era conocido como un genio de lo que hoy llamaríamos biomecánica. Era pequeño y necesitaba sacar el máximo partido a su fuerza. En la dirección de Kyan Sensei, mi padre creó muchos ejercicios para asegurarse de que desarrollamos nuestros cuerpos con el equilibrio correcto de fuerza y flexibilidad.

9. Mi padre dijo que la filosofía de Kyan era obtener los mejores resultados de tu esfuerzo.

10. Esta es la indicación de Kyan de utilizar tus movimientos diarios para prepararte para la autodefensa, y utilizar métodos de defensa personal para ayudarte en tu vida diaria. Haciendo esto siempre estás practicando Karate.

11. La correcta práctica de los fundamentos es un requisito para conseguir el verdadero propósito del Karate.

12. Esta potencia proviene del desarrollo del movimiento corporal para la lucha. Desarrollar este tipo de fuerza requiere la combinación de fortalecimiento, acondicionamiento, y entrenamiento en movimientos de Karate para alcanzar Chinkuchi (dialecto okinawense hogen) que es la utilización total del cuerpo para el propósito de la lucha.

13. A través del entrenamiento de makiwara, y kotekitai (golpeo de brazos) haces tu cuerpo duro de manera que cuando golpeas a un oponente, siente como si hubiera sido golpeado con una barra de hierro. Cuando alcanzas este nivel, la velocidad simplemente amplifica tu potencia.

14. La referencia a la armonía es nuestro hincapié sobre el equilibrio. El equilibrio que se encuentra no sólo entre los movimientos del cuerpo, sino entre el énfasis que colocamos en el entrenamiento, y nuestras relaciones personales. Este concepto pudo ser adoptado del Bubishi.

15. Esto me recuerda a los escritos de Funakoshi cuando él presentaba el Karate para todas las edades y sexos en Japón. Esto me hace preguntarme si había una conexión más fuerte entre Kyan y Funakoshi de la que conocemos actualmente.

16. El «destello de luz» es un tema común en el Shorin Ryu. Es difícil predecir de dónde viene o a dónde va dirigido un golpe fugaz. Kyan Sensei hacía hincapié en saltar dentro y fuera como un rayo, y los movimientos de nuestros kata reflejan este método. La utilización del shiko dachi de Kyan es por este propósito.

17. En aquel momento los japoneses habían tenido éxito contra los chinos, coreanos, y en su ataque inicial, contra los Estados Unidos de América. Kyan Sensei está, bien adoptando una postura patriótica, o siendo pragmático en una época en la que el Kempei Tai, el equivalente japonés de la Gestapo Nazi, estaba más activo que nunca.

18. Parece que Kyan Sensei está expresando su disgusto por tener que sentarse de brazos cruzados mientras Japón está en guerra. También puede que, como en la nota al pie 17, estuviera siendo sabio, si bien un tanto patriótico, tratando de no llamar la atención. Por aquella época mi padre fue alistado por los japoneses como identificador de aviones, y Joen Nakazato fue llamado a filas por el Ejército Japonés.

Chotoku Kyan sobrevivió a la Batalla de Okinawa (a menudo llamada Tetsu no Ame, La Lluvia de Acero) en la que 150.000 tropas americanas y japonesas perecieron, junto con el 25% de la población civil de Okinawa. Pasó hambre hasta morir en el periodo subsiguiente – ¡un ignominioso final para un verdadero gran Maestro de Karate!